Las innovaciones tecnológicas nos han traído coches más inteligentes y seguros. A pesar de estos avances, una de las mayores amenazas en nuestras carreteras sigue siendo la conducción bajo los efectos del alcohol.
¿Puede la tecnología hacer frente a este persistente reto de la seguridad pública?
El Programa de Investigación del Sistema de Detección de Alcohol en el Conductor para la Seguridad (DADSS) está trabajando para encontrar esa respuesta.
Lo que empezó como un concepto estratégico de seguridad se ha convertido, gracias a una meticulosa labor de investigación y desarrollo, en un conjunto de prototipos que pueden reducir considerablemente las lesiones y muertes causadas por la conducción bajo los efectos del alcohol.
Tecnología DADSS
Una vez completada, la tecnología DADSS detectará cuándo un conductor está intoxicado con una concentración de alcohol en sangre (alcoholemia) igual o superior a 0,08 e impedirá que el coche se ponga en marcha. Dos enfoques diferentes superaron la prueba de concepto y se están probando, modificando y reduciendo a un tamaño que quepa en un coche: uno basado en el tacto y otro en la respiración. El sensor táctil mide y analiza la concentración de alcohol en sangre bajo la superficie de la piel haciendo brillar una luz infrarroja a través de la yema del dedo del conductor. Al medir la luz reflejada, el sistema puede determinar con precisión la concentración de alcohol. El sistema basado en el aliento mide el alcohol presente en el aliento exhalado de forma natural por el conductor. Un pequeño sensor compara la cantidad de moléculas de dióxido de carbono con las moléculas de alcohol en el aliento del conductor mediante luz infrarroja, para calcular con precisión la concentración de alcohol en el aliento.
Aunque todavía queda un largo camino por recorrer para que este concepto tecnológico esté listo para los consumidores, ha hecho progresos impresionantes y ha dado lugar a nuevas patentes y avances en la tecnología láser y la detección del alcohol, así como a un conjunto más amplio de investigaciones sobre la absorción y la eliminación del alcohol.
Esta tecnología se está desarrollando a través de una asociación público-privada entre la Automotive Coalition for Traffic Safety, que representa a los principales fabricantes de automóviles del mundo, y la National Highway Traffic Safety Administration.
El objetivo común de estas dos organizaciones es hacer avanzar la tecnología de detección de alcohol hasta un punto en que pueda integrarse en los vehículos nuevos y ofrecerse voluntariamente a los clientes como opción de seguridad, similar al frenado automático, la advertencia de salida del carril y otras tecnologías avanzadas de vehículos de asistencia al conductor. Mediante la amplia aceptación e instalación de esta tecnología, podemos trabajar para combatir las aproximadamente 10.000 muertes que se producen cada año por conducir bajo los efectos del alcohol.
Para ofrecer una tecnología preparada para la carretera que también lo esté para el consumidor, esta tecnología debe ser rápida, fiable y precisa; lo suficientemente pequeña como para integrarse perfectamente en los controles existentes del vehículo; y lo suficientemente sensible como para no molestar a un conductor sobrio y, al mismo tiempo, distinguir correctamente entre conductor y pasajero. Para conseguirlo, necesitamos un amplio equipo de socios, financiadores, desarrolladores tecnológicos, investigadores e ingenieros dedicados a perfeccionar este sistema único en su género. Cuando empezamos este trabajo, nuestro primer encargo fue construir las herramientas que podríamos utilizar para verificar y validar los dispositivos. Sencillamente, antes no existían con la exactitud y precisión necesarias. Hoy en día, nuestros laboratorios cuentan con máquinas que simulan con exactitud el aliento y el tejido humano y nos permiten probar sistemas repetidamente con gran precisión mientras se introduce alcohol en diversas concentraciones.
Por supuesto, la verdadera prueba llega cuando los humanos entran en la ecuación. Investigadores y científicos del Laboratorio de Investigación de Psicofarmacología Conductual del Hospital McLean -filial de la Facultad de Medicina de Harvard- supervisan de cerca las pruebas con sujetos humanos de los prototipos del DADSS, donde la precisión del sistema de detección de alcohol se encuentra con la variabilidad del cuerpo humano. Estas pruebas toman muestras de una amplia gama de sujetos e incluyen simulaciones de laboratorio de situaciones sociales como «última llamada» y «picoteo social», que pueden afectar a la tasa de alcoholemia. Cuando los prototipos puedan seguir siendo precisos a pesar de la variedad del mundo real en cuanto a consumo de alcohol, tipo de cuerpo, edad, etnia y otros factores que influyen en la tasa de alcoholemia, estaremos listos para llevar esta tecnología a la carretera.
Estas pruebas, estrechamente medidas y observadas de cerca, serán cruciales para el despliegue final de la tecnología DADSS. Un problema de seguridad serio necesita una solución seria, por eso los ingenieros y científicos implicados exigen múltiples rondas de pruebas para garantizar la exactitud y la precisión de la tecnología final; sin ellas, no tendríamos confianza en las lecturas ni en la capacidad de la tecnología para ayudar a mantener la seguridad de los conductores.
También queremos interés, comprensión y aceptación por parte de los consumidores para que los fabricantes de automóviles puedan integrar esta tecnología sin problemas en todos los vehículos que salgan a la carretera. DADSS es un sistema de asistencia al conductor que ayudará a los conductores a tomar decisiones más inteligentes a la hora de ponerse al volante de su vehículo después de haber bebido, y que da tranquilidad a los padres cuando entregan las llaves a su conductor adolescente. De hecho, el sistema final de detección de alcohol tendrá la capacidad de programarse con una política de tolerancia cero para los conductores menores de edad, lo que garantizará que la tecnología responda a las necesidades del consumidor. La promesa del programa DADSS ya ha captado el interés de los consumidores y de los principales socios en materia de seguridad, que son parte integrante de la aceptación de la tecnología DADSS por parte de los consumidores a medida que nos preparamos para su despliegue.
La siguiente fase del Programa DADSS consistirá en recopilar resultados en tiempo real de las pruebas operativas sobre el terreno. Las pruebas se realizarán a diferentes temperaturas, humedad, altitud y otras condiciones ambientales a las que se enfrentaría un conductor en tiempo real. Estos ensayos -previstos para 2018- nos ayudarán a recopilar los datos necesarios para perfeccionar esta tecnología y nos acercarán un poco más al día en que los consumidores puedan entrar en sus concesionarios y solicitar un vehículo con sistema de detección de alcohol». Estamos entusiasmados con nuestros progresos, pero aún más con el potencial del programa para utilizar la tecnología para hacer frente a una amenaza persistente para la salud pública y salvar vidas.
https://www.rdmag.com/article/2017/08/promising-vehicle-tech-will-detect-drunk-drivers-they-hit-road