Comienzan las pruebas de conducción en humanos

En marzo de 2019, el Programa DADSS recibió la aprobación de la OMB para realizar una serie de pruebas controladas en vehículos con conductores sobrios y pasajeros bebedores para determinar cómo responden los sensores a las condiciones de conducción del mundo real. Estas pruebas comenzaron en Massachusetts a finales de junio, en colaboración con el Hospital McLean, afiliado a la Facultad de Medicina de Harvard, así como en KEA Technologies, Inc. Los datos recogidos en esta investigación servirán de base para el desarrollo y la calibración de la próxima generación de sensores del aliento, así como para su futura integración en vehículos.

Una vez que los participantes en la investigación pasen el control inicial, los conductores reciban sus llaves y una de las cinco rutas de conducción preestablecidas. Los pasajeros son dosificados por personal formado, en función de su altura y peso, para alcanzar una tasa de alcoholemia objetivo. A lo largo del recorrido, los pasajeros proporcionan muestras de aliento periódicas en un dispositivo de referencia homologado, el sensor de la puerta del pasajero y el sensor del pasajero delantero (junto a la guantera). Los sensores, instalados tanto en el lado del conductor como en el del pasajero del vehículo, detectan y registran los niveles de alcohol durante todo el tiempo, lo que ayuda al equipo a determinar si los sensores pueden distinguir con precisión entre el aliento del conductor y el del pasajero. Al final del trayecto, se mantiene al pasajero en el lugar hasta que su tasa de alcoholemia sea inferior a 0,05% y, a continuación, se le envía a casa con un servicio de transporte compartido.

El DADSS y sus socios de investigación recogen y rastrean todas las muestras de aliento de cada viaje para observar la exactitud y precisión de las lecturas de los sensores, así como la facilidad con la que se capturó la muestra de aliento del conductor. El equipo también realiza un seguimiento de las distintas variables, desde la persona (como la edad, el sexo, el origen étnico y la distancia desde el sensor) hasta el vehículo (como las ventanillas subidas o bajadas, el aire acondicionado encendido o apagado y la temperatura y humedad del habitáculo), pasando por el entorno (como la temperatura exterior y las condiciones meteorológicas, la ubicación y la altitud). Estos datos se complementan con imágenes de vídeo de cada viaje y entrevistas con los pasajeros y los conductores.